Un proyecto de nueva versión del Código
Forestal acaba de ser presentado a la Duma de Estado,
siendo de esperar ahora nuevos agudos debates en torno
a este documento de suma importancia para el país.
Los bosques de Rusia, que constituyen el 25% de los
bosques del mundo, abarcan dos terceras partes del territorio
nacional, ocupando casi 882 millones de hectáreas.
Los bosques representan no sólo un poderoso recurso
nacional. El bosque en sí es inseparable de la
mentalidad y del modo de vida de los rusos, siendo de
notar que toda innovación en la "constitución
forestal" como puede llamarse este Código,
siempre provoca acaloradas discusiones.
Al imponer un nuevo sistema de relaciones propio de
economía de mercado, la nación no puede
seguir manteniendo las viejas normas legales. El Código
Forestal también va cambiando de forma radical.
Basta decir que el Código admite diversas formas
de propiedad sobre los bosques, incluida la privada.
Valeri Roschupkin, director de la Agencia Federal de
Economía Forestal dependiente del Ministerio
de Recursos Naturales de Rusia, participando en una
rueda de prensa online convocada por la empresa "Garant",
hizo algunas aclaraciones respecto a los cambios que
la legislación forestal del país tiene
que sufrir. Recalcó que en el momento de redactar
la nueva versión del Código Forestal se
había estudiado la experiencia de otros países
en este campo, concretamente, de Finlandia, Austria.
Canadá, adoptándose lo mejor que pueda
aplicarse en Rusia.
El primer "guardabosque" de Rusia se refirió
al problema que hoy día determina la baja eficacia
de la economía forestal, problema que, según
él, radica en un bajo nivel de uso de recursos
forestales. "La economía forestal no puede
con un complejo forestal tan poco desarrollado -, piensa
Roschupkin. La tala de bosques en Rusia representa un
21% de los recursos posibles. Es decir, se puede talar
550 millones de metros cúbicos, mientras que
no talamos más de 170 millones.
La industria maderera no es capaz de utilizar con eficacia
los recursos forestales de que disponemos. Un bajo nivel
de dotación técnica y la falta de instalaciones
industriales indispensables hacen que todas las actividades
estén orientadas a la producción de materias
primas porque Rusia exporta solamente madera bruta.
Preguntado por RIA "Novosti" sobre si la
nueva versión del Código Forestal conserva
o no el sistema consistente en otorgar permisos para
realizar toda clase de operaciones, el director de la
Agencia Federal de Economía Forestal respondió
en términos difusos: "El nuevo Código
Forestal sustituye el permiso de tala con una 'declaración'
voluntaria. Pero esta cuestión aún no
está arreglada y requiere ser discutida -subrayó
Roschupkin -. Aún no nos hemos acostumbrado a
una forma de actividad libre y democrática, cuando
un usuario de bosque honrado actúa de igual manera
que lo declara".
La abolición de permisos de tala preocupa mucho
a los científicos y especialistas en materia
de bosque. "¿De qué tipo de discusiones
puede hablarse si el Código ya ha sido presentado
a examen de la Duma? Su última versión
ni siquiera ha sido presentada a los científicos",
dice Gueorgui Korovin, director del Centro de Ecología
y Productividad de los Bosques dependiente de la Academia
de Ciencias de Rusia.
La delicadeza práctica de este asunto radica
en que a partir de ahora, en Rusia será aun más
difícil distinguir entre talas legales e ilícitas.
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