Giro en el caso "Yukos"
en Rusia:
Según el diario Alemán FRANKFURTER RUNDSCHAU.
El caso de Yukos es ejemplar. Para cobrarse
impuestos, el Estado subastó la mejor parte del
imperio económico de Mijaíl Jodorkowski.
Paralelamente aventó el peligro de que las inversiones
extranjeras pasaran a dominar en el sector energético
y con el ello el Estado se aseguró el control sobre
el petróleo como recurso estratégico.
Ése fue también el motivo esencial de
la operación. Inversionistas de EE.UU. podían
presentar demanda contra el comprador.
Por ello, la filial de Yukos pasó primero a
manos de una empresa fantasma, que no opera fuera de
Rusia y por lo tanto no arriesga que le sean confiscadas
propiedades en el exterior.
Esa empresa fantasma cambia luego de dueño y
pasar a ser propiedad del consorcio estatal Rosneft.
Y quien desafíe a éste, tiene que vérselas
con el Kremlin, políticamente. (...) Para dejar
a Gasprom, muy activa en el exterior y por lo tanto
pasible de confiscaciones, también al margen,
ésta fundó una filial, Gaspromneftegas
que inmediatamente se transformó en una empresa
independiente.