El elevado precio de acero puede llevar este año a la quiebra a un buen número de empresas medianas alemanas de componentes automovilísticos, que deben pasar los encarecimientos a los fabricantes de vehículos. Las empresas medianas con un elevado uso del acero son las más afectadas, según consideran algunos expertos del sector del motor, que señalan que una cincuentena de este sector sufrirá pérdidas por los precios del metal.

El precio del acero se duplicó el pasado año debido a la fuerte demanda mundial y se convertirá en el problema dominante en 2005 en la industria del automóvil, según la firma Bosch, uno de los grandes proveedores de componentes germanos, que teme un lastre en su cuenta de resultados de más de 100 millones de euros si no se encuentra una solución.

Bosch y Continental plantean, como posible solución, un reparto de los costes adicionales del acero entre los fabricantes automovilísticos, los grandes y pequeños abastecedores de componentes, y los comparadores de vehículos.