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Ganaderia
 
LA INTEGRACIÓN DE LA GANADERÍA ARGENTINA
 

Durante años la ganadería vacuna del país ha mostrado una gran estabilidad en sus parámetros productivos, con algunos períodos de crecimiento y de disminución en el stock ganadero. Desde 1960 a la actualidad se distinguen dos grandes subperíodos. Un período de crecimiento se dio entre 1960 y 1977 cuando se pasó de 43.5 millones de cabezas a 59.4 millones de cabeza lo que significó un crecimiento del 40%. A partir de ese momento la ganadería entra en retroceso disminuyendo el stock en los siguientes 10 años cerca del 13% contabilizándose para 1985/87 un promedio de 52 millones de cabezas. Actualmente el stock ganadero se estima en algo más de 55 millones lo que indicaría cierta estabilización en los últimos años.

En este stock se calcula que existen 21.4 millones de vacas que producen 13 millones de terneros al año lo que alcanzaría para compensar la faena anual de ganado estimada en unos 13.3 millones de cabezas.

A partir de esta faena podemos calcular una producción anual de carne en Argentina de 2.6 millones de toneladas. Considerando una población actual del país de 35 millones de habitantes (ajustados a partir del censo de 1992) y un consumo per cápita de 61 kg/hab/año la cantidad destinada al mercado interno ascendería a 2.14 millones de toneladas quedando un remanente para la exportación de 500 mil toneladas aunque no siempre este volumen es exportado. Esto significa que la producción nacional estuvo en los últimos años dirigidas principalmente al mercado interno ya que las exportaciones no superaban el 10-15% de lo producido.

 
 
PROSPECTIVA DE LA GANADERÍA ARGENTINA
 

Con un mercado interno estable donde las caídas en el consumo per cápita de carne registrada en los últimos años son compensadas con el crecimiento demográfico de la población, la producción de carne se mantuvo más o menos estable, con ciertas variaciones, provocadas principalmente por los ciclos ganaderos originados en las subas y bajas de los precios y también en la competitividad económica que ofrece la agricultura.

Hoy el escenario en que le toca desenvolverse al país agropecuario es totalmente distinto. Si bien el auge agroexportador actual tiene a los granos de cereales y oleaginosas como protagonistas fundamentales, también es promisorio el panorama a mediano y largo plazo para el sector ganadero.

Hace ya más de dos años que Argentina tuvo su último brote de aftosa, lo que la posiciona inmejorablemente en el mercado internacional. Independientemente que en estos momentos nuestro país también se vea perjudicado por la abrupta disminución de la demanda de carne vacuna en los países de la CEE como consecuencia de los problemas originados por la BSE (enfermedad de la vaca loca), a mediado y largo plazo se vería favorecido por el hecho de estar libre de dicha enfermedad.

Ya este año ocurrirá un hecho fundamental para la colocación de carnes argentinas en el exterior, como lo es la venta de carne fresca a los Estados Unidos. Mas allá de que el volumen a enviar este año no sea de gran magnitud, representará un hito histórico para nuestro país ya que podría destrabar otros mercados en países que por seguir la política importadora de USA hasta el momento no se contaban.

Pero en Argentina la ganadería no puede analizarse en forma independiente de la agricultura con quién comparte las principales actividades de la Región Pampeana. A los efectos de lograr un mejor diagnóstico sobre las perspectivas productivas del país se analizará en primer lugar la dinámica de la producción ganadera en los últimos años en la región pampeana que como ya se vio comprende el 62% del stock nacional.

 
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